Probablemente todas las personas experimentamos cierta inseguridad al vernos en el espejo de forma inesperada, o cuando nos toman una fotografía. La autoimagen es la representación de cada persona sobre su propio cuerpo, y cuando esta es negativa, las personas se sienten poco atractivas, inseguras y pueden desarrollar actitudes que afecte su salud.
Pero ¿cómo es que llegamos a este punto de insatisfacción respecto a nuestro cuerpo? Los factores más relacionados con ideas erróneas sobre la imagen corporal son:
Existen muchas ideas erróneas relacionadas con el peso y la figura que representan a las personas como comedores compulsivos, sin control por los alimentos que se llevan a la boca, que no pueden conseguir pareja, entre otras que son estereotipos con connotaciones negativas que afectan a la autopercepción.
Por ejemplo, un estereotipo común lo encontramos en las tallas de ropa que dificultan la elección a las personas de talla grande al no hallar opciones para ellas. La influencia más grande sobre imagen corporal viene de la cultura: revistas, programas de televisión, caricaturas, entre otros medios que nos bombardean con imágenes idealizadas de personas delgadas, con músculos tonificados, piel perfecta y que nos hacen relacionar inconscientemente la belleza y delgadez con el éxito.
Padres muy preocupados por el peso , que expresan comentarios y críticas relacionadas con el aspecto físico propio y/o el de sus hijos suelen provocar que las frases se interioricen y las personas se comparen a sí mismas con otras, que no quieran comer, que desarrollen hábitos nocivos para tratar de bajar de peso u ocultar su cuerpo para no recibir críticas.
Bullying
Lamentablemente, el acoso puede dejar una huella emocional para toda la vida. Recibir constantes burlas o comentarios relacionados con la apariencia contribuye a esa construcción de una imagen corporal negativa. Y estos comentarios se dan desde el contexto escolar, familiar e incluso en el trabajo.
Al organizar un estilo de vida en torno a la preocupación corporal, las personas pasan mucho tiempo viéndose al espejo, haciendo zoom a las fotografías para ver las zonas de su cuerpo que menos les gusta, e incluso puede suceder lo contrario: evitar mirarse al espejo para no enfrentar a una realidad que suele ser errónea, ya que pueden percibirse con un cuerpo más grande o una apariencia desagradable aunque esto no sea cierto.
Nuestra imagen está influenciada por creencias sobre la apariencia y las interpretaciones que hacemos al respecto: “no tengo pareja porque tengo sobrepeso”, “no puedo usar una playera de manga corta porque tengo brazos gordos”, entre muchos otros que dañan la autoestima y limitan a las personas al hacerlas centrarse excesivamente en su apariencia.
Para tratar las problemáticas emocionales, lo ideal es recibir apoyo psicológico para que las personas se acepten a sí mismas, cambien sus pensamientos y creencias, y se empoderen para amar a su cuerpo, aceptarse como son y enfocarse en cuidar su salud más que tratar de alcanzar una figura perfecta.
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