Para realizarte una depilación con láser –la más efectiva y con resultados prácticamente permanentes— es indispensable que tu piel no se encuentre irritada y uno de los factores que más la maltratan es la radiación solar, misma que en invierno suele ser menos intensa que en el resto del año.
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Para realizarte dicho tratamiento por completo, necesitarás alrededor de seis sesiones, aunque estas podrían ser más o menos dependiendo de tus condiciones específicas. Cada una de ellas te sería efectuada con espacios que van de cuatro a seis semanas; es decir, como mínimo, requerirás cerca de unos cuatro meses para completar tu depilación.
Al tener la piel bronceada, aún sin que esté propiamente irritada o lastimada por la acción del sol, es muy probable que el especialista determine bajar la intensidad del láser para no hacerte daño, lo que se traduce en más sesiones para obtener los mismos resultados.
Entre las indicaciones para esta clase de depilación se encuentra la de no exponerte al sol un par de semanas previas y posteriores a su aplicación, lo que significaría tener que pasar tus vacaciones de primavera o verano oculta en las sombras, perdiéndote buena parte de sus días radiantes y actividades al aire libre.
En ambientes gélidos el vello del cuerpo y el cabello en general crece con menos rapidez, lo que es de gran ayuda para realizar una depilación más rápida y eficaz.
Como ves, si bien puedes depilarte con láser durante todo el año, hacerlo en invierno trae consigo varias ventajas, por lo que no estaría de más que consideres ir poniendo manos a la obra y alistarte para recibir la estación estival el próximo año.
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