En los últimos años se ha puesto de moda el uso de freidoras de aire como alternativa al uso del aceite, que afirma brindar una textura crujiente similar a la de los alimentos fritos, pero más saludables y con menos calorías que los que se obtienen al freír en un sartén o una freidora convencional, pero ¿Qué tan cierto es esto? Hoy resolveremos tus dudas.
Las freidoras de aire simulan el efecto de los hornos de convección, ya que el aire caliente circula a gran velocidad por la cesta de la freidora y distribuyen el calor uniformemente por todo el aparato.
Su gran popularidad se debe a que las frituras con aceite a altas temperaturas tienen efectos nocivos a la salud, como enfermedades cardiacas graves, obesidad y cáncer por los cambios fisicoquímicos que sufren los alimentos, los cuales acumulan sustancias tóxicas. Por ejemplo, en los alimentos que contienen almidón se acumula acrilamida al cocinarlos a altas temperaturas bajo fritura, como las papas, que pierden nutrientes y se convierten en alimentos hipercalóricos al freírse.
Por su parte, los alimentos fritos al aire son más saludables porque no se agregan calorías adicionales al no requerir aceite y se mantiene gran parte de sus nutrientes.
En general, se recomienda consumir alimentos al horno o cocinados al vapor para conservar sus antioxidantes, pero muchas veces son poco atractivos al paladar porque su textura es muy blanda. Con la fritura al aire se tienen alimentos homogéneos sin tener que voltearlos para que se frían por todos lados (como al freír en sartén), con una textura crujiente y sin perder nutrientes.
Cabe destacar que al cocinar en una freidora de aire no es necesario sacrificar el consumo de aceite, pero se puede optar por alternativas saludables como el aceite de oliva extra virgen, ya que solo se requiere de un chorrito para dar textura.
Es necesario recordar que uno de los problemas de los aceites comerciales es el refinamiento, que merma los antioxidantes del aceite y que los aceites quemados se convierten en grasas trans, las cuales provocan un incremento de colesterol LDL en la sangre. Por ello, reciclar el aceite quemado y usarlo para otras frituras incrementa la pérdida de propiedades nutricionales y culinarias, pero también provoca que los compuestos tóxicos de la degradación del aceite se impregnen en los alimentos cocidos e ingresen en tu organismo.
Sí. Si quieres seguir disfrutando de alimentos crujientes, pero con menos calorías y sin los riesgos de las grasas trans, puedes optar por una freidora de aire o seguir cocinando tus alimentos al vapor, al horno o comer más ensaladas y verduras crudas. La recomendación general es evitar los alimentos fritos en aceite para controlar mejor tu peso y evitar condiciones de salud como la diabetes.
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