Mucho nos han dicho desde pequeños acerca de que la comida más importante del día es el desayuno, y desde entonces nos preparaban un licuado de esos que tienen plátano, leche entera, chocolate en polvo, azúcar, huevo y hasta jerez, y eso sólo para beber mientras nos comíamos unos deliciosos hot cakes con jarabe de maple, jamón o tocino. Sin embargo, varios de estos ingredientes no aportan los nutrientes que necesitamos para empezar el día, por lo que sólo se acumulan en grasa corporal que, ahora que somos adultos, es aún más difícil de eliminar.
Pensando en ello, en esta ocasión te decimos tres alimentos habituales que deberías de borrar de tu desayuno y algunas opciones para que puedas suplirlos por otros más saludables y tengas toda la energía que necesitas para iniciar la jornada.
El clásico jugo de naranja presente en el desayuno de muchos hogares en todo el mundo es, a decir verdad, innecesario para esta comida del día e incluso para las otras.
Expertos en nutrición afirman que, si bien el consumir este líquido aporta vitaminas, su valor nutricional se reduce bastante en comparación a comer directamente la fruta, con lo que además consumimos fibra que nos ayuda a la digestión y a tener una sensación de saciedad mayor. A esto se suma la inconveniencia de que cuando el zumo es tomado rápidamente se origina una rápida subida de glucosa en la sangre que puede ser perjudicial.
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Aunque es común que preparemos un sándwich a esta hora del día, unos panqueques o comamos pan blanco tostado con mermelada, este tipo de harinas refinadas pertenecen al grupo de los carbohidratos de absorción rápida, los cuales estimulan la producción de insulina en el páncreas obteniendo energía inmediata pero fugaz, acumulando el resto como tejido adiposo de reserva. Esto, además, hará que tengamos hambre de nuevo al poco tiempo.
Optar por pan integral con un poco de salsa de tomate casera y queso es una excelente opción para lograr un desayuno balanceado.
Aunque esta es también una opción bastante popular para el desayuno, la gran cantidad de azúcares que contienen y el bajo nivel de fibra que representan en comparación con las frutas y los vegetales hace que sean poco recomendables.
La ingesta de azúcar recomendada por la OMS para un adulto es de cuatro cucharadas, por lo que si eres de los que además endulzan el té o el café deberás cuidar de no excederte en este ingrediente consumiendo productos que lo contengan. Un plato de avena integral y leche descremada es una alternativa rica y saludable.
Recuerda que para mantenerte sana y esbelta es necesario llevar una dieta balanceada y realizar ejercicio con regularidad, y que para aquellos depósitos de grasa difíciles de eliminar aún con estas medidas, existen tratamientos estéticos no invasivos que pueden servirte.
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