Arena y sol: enemigos de tu piel que puedes combatir fácilmente

Ya está aquí el verano y el agradable el calor nos invita a ir a la playa y disfrutar de un baño de sol tendidos en la arena y darnos un buen chapuzón en el agua del mar, pero ¿sabes cómo cuidar tu piel de los efectos negativos de estas actividades?

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Aquí te brindamos algunas recomendaciones para que pases unas excelentes vacaciones sin dañar la salud de tu piel e incluso te beneficies de los efectos exfoliantes y tonificadores de las condiciones ambientales de la costa.

El sol: amigo y enemigo de nuestra piel

Uno de los cuidados que más se tienen en mente a la hora de ir a la playa es la protección de la piel de quemaduras por efectos de los rayos ultravioleta (UV).

Para ello, existe gran variedad de bloqueadores solares que ofrecen diversas prestaciones y factores de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés: Sun Protection Factor). Los encontramos en gel, crema, spray, aplicables a todo tipo de piel o con características especiales para alérgicos al sol y para quienes son propensos a tener acné.

No obstante, también es bueno tomar un poco de sol para que el cuerpo genere vitamina D, la cual nos ayuda a tener una mejor absorción de minerales para fortalecer los huesos.

Además de esto, tener un bronceado saludable estiliza tu figura y disimula algunas imperfecciones, como la celulitis y las arrugas, aunque esto es sólo un efecto óptico que se logra en pieles que han tenido cuidados previos. Ejercicios para mantener la elasticidad, una dieta sana, suficiente hidratación y hasta tratamientos estéticos no invasivos como el HIFU PLUS, pueden ayudarte a mantener siempre tonificada tu piel y aprovechar mejor los beneficios del sol.

Pero no te expongas demasiado a los rayos UV, pues no sólo se quema la piel, sino que además se deshidrata y se hace flácida por degradación del colágeno, propiciando la aparición de manchas y arrugas. Por ello, la mejor opción para adquirir un tono uniforme y sano es usar un poco de bloqueador y tomar el sol en lapsos de 10 o 15 minutos durante la mañana de 7:00 a 9:00 o por la tarde de 4:00 a 6:00.

Agua y arena, tus mejores compañeras

Aunque luego de darnos un baño en las olas del mar o tendernos en la playa es necesario tomar una ducha utilizando jabones suaves para no irritar la piel y librarla de excesos de agentes que pueden maltratarla y resecarla –además de hidratarla con cremas humectantes—, lo cierto es que el agua salada y los minerales de la arena aportan varios beneficios a la salud. Algunos de ellos son:

• Exfoliación de la piel y mejoramiento de problemas dermatológicos: minerales como el potasio, el zinc y el yodo, entre otros, ayudan a tratar de forma natural problemas como la dermatitis, además de propiciar una cicatrización más rápida de heridas y limpiar la piel muerta.
• Relajación muscular y mejor circulación: el vaivén de las olas crea un efecto relajante en la musculatura y activa la circulación sanguínea, esto por el cambio de presión en el cuerpo y el contraste de la temperatura fresca del agua con el calor del sol.
• Mejora la respiración: los minerales del agua y la brisa marinas contribuyen a la limpieza de las vías respiratorias, facilitando la expulsión de mucosidades y aliviando incluso síntomas de enfermedades como la sinusitis.

Con estos consejos, ya estás lista para irte de vacaciones y disfrutar de todos los beneficios del mar, y si además quieres presumir tu cuerpo en traje de baño luciendo una figura increíble y una piel tersa, en Body Sanctuary podemos ayudarte.

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