Seguramente alguna vez has escuchado o leído acerca de los múltiples beneficios que ofrece el té verde, se dice que es antioxidante, que tiene propiedades antiinflamatorias, que reduce la aparición de las mutaciones celulares relacionadas con el cáncer y que desacelera el proceso de envejecimiento. Pero, ¿qué tan cierto es esto?
Se dice que el té verde es la bebida más saludable porque es rica en nutrientes como polifenoles que reducen la inflamación y ayudan a prevenir el cáncer. Contiene catequinas, antioxidantes que protegen a las células del daño causado por los radicales libres que se relacionan con el envejecimiento y muchas enfermedades.
El principal ingrediente del té verde es la cafeína, que, si bien no es tanta como la del café, es suficiente para estimular al sistema nervioso. Además, esta bebida contiene un aminoácido llamado L-teanina que atraviesa la barrera hematoencefálica e incrementa la producción de dopamina y de ondas cerebrales. Esto se traduce en una sensación de felicidad, reduce el tiempo de reacción ante estímulos y aumento de la memoria.
Si bien el té verde contiene dosis pequeñas de cafeína y L-teanina, puede causar insomnio, ansiedad y temblores en personas con baja resistencia a la cafeína, por lo que algunas personas pueden sentirse más productivas al beber té verde, mientras que otras sienten ansiedad.
Aunado al contenido de cafeína, de acuerdo con investigaciones, el té verde puede activar el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) de hormonas que regulan la presión sanguínea, el balance de sodio y potasio. Esto se traduce en más estrés para el organismo, ansiedad, insomnio y problemas gastrointestinales como la diarrea.
Se dice que el té verde ayuda a incrementar el metabolismo porque aumenta de un 4% a 17% el gasto de energía y oxidación de las grasas. Sin embargo, también se ha demostrado que el consumo de té verde puede agravar un cuadro de anemia, especialmente cuando se consume para bajar de peso dentro de una dieta poco saludable. Esto se debe a que las moléculas del té verde pueden crear enlaces con los átomos del hierro o la vitamina B12 y provocar un déficit de nutrientes.
En mujeres embarazadas, el consumo de té verde puede provocar déficits de hierro, de ácido fólico y aumentar la presión arterial, por lo que se recomienda no consumirlo y evitarlo también durante la lactancia.
Una taza de té verde al día puede tener muchos beneficios para tu salud, especialmente si no estás embarazada ni padeces anemia. Evita los excesos y consume una alimentación balanceada para que adquieras todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
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